Mas allá de toda pena siento que la vida aun es buena, siempre que te quita te recompensa (tarde a veces pero seguro). Recuerdos, no los tengo. Mi memoria es rehén de varias lagunas que me invaden. Quisiera poder entender porqué, pero eso es cosa del destino.
Sé que siempre tuviste ese miedo a equivocarte, sé que la verdad te dá escalofríos, que ocultas muy dentro tuyo una gran tristeza. Me lo dice tu mirada fría y calculadora. Todas esas tardes que pasaba observándote, callándome, viendo como malgastabas el tiempo amargando tu corazón. Creí saber tanto, que nunca supe cómo demostrarte mi amor, mi cariño, mi afecto.
Te sentí y sigo sintiéndote distante. Aborrezco tu hipocresía, tu maldito orgullo. Quisiera poder entrar en tu mundo y que tu vivieras en el mio. Porque siempre seré tu Angiulina y tu siempre serás Mi Papá!.
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