[Los d¡as gr¡ses son cu@ndo m¡ coraz0n se ahoga €n llantozz]

C0n t0odas las palabr@s que teng0o parez(co un libro0 de una com€dia romántica. Per0o @ fin de cuenta$ no me sirven paraa explicarle nad@a. Ni siquieraa m¡s miradass me €ntiendee. A ve(ces creeo que t0odo me da vueltaa$, pero sé que n0o es @asi.. que sóloo so& Yo! la quue g¡raa y g¡raa y no d€jaa de g¡raar. Ya bastante mareaditaa me eencuenntro0.

Pueedo perci|8ir el v@cío queehaay en m!. $ient0o cómmo en o(casiones se llena de 11anto o se alimenta de risass. Y mee pre6untto:" Queé me fal7a? Y queé me so|8raa?". Es en es€ momen7o cu@ndo me reesponddo:" Me falta nadaa y me sobra todo0". Entncess es ahií dondee no (comprend0o cómo es qee $i n@daa me fal7a y toddo mme so|8raa, mi corazón see aho6a en 11antoss los diass 6risess. Y claro´, si es donde la 7ristezaa se apoddera de n0osotros y no nos dejja resp¡rar. €s cuand0o nottas re@lmentee quee estás SOLA y SOLA vas a ESTAR!

[Hay algo qe quiero decirte y no me animo]

Busco las maneras más fác¡les que pueden ex¡st¡r, pero s¡ento que no las encuentro.

En m¡ mente me ¡mag¡no un mundo en el que tu & yo somos los protagon¡stas. Jugando

al amor, llenando de fel¡c¡dad nuestros corazones. Lo tr¡ste de esta h¡stor¡a es que 

sólo es un sueño, en la real¡dad aún me oculto detrás de tu sombra s¡n saber cómo

decirte que TE AMO.

[Como el sol de mis colores]

No hay mañanas sin un sol brillante, no hay atardeceres sin un sol amargado de irse. Una luz maravillosa, que late al compas de la música&. Vive en un sólo lugar, se ve cuando en verdad lo quieres ver y se siente cuando realmente lo sientes. Un alma solitaria, llena de vida. Con la necesidad de jugar al amor, vivir una aventura sincera y placentera. Sin limites ni rumbos que elegir, sólo caminos que seguir. Rechazo la idea de en algun momento perderme de ese calor pero sé que ya lo he perdido o quizas nunca lo he tenido? No sé que pensar, son pequeños abrazos o en ocasiones puños que hieren. Pero abrazos al fin, sólo que vienen con gran fuerza capaces de lastimar al mas fuerte de los escudos. No hay manera de esquivar esos rayos de pasion que nos inyecta nuestro apreciado sol. A veces podriamos llegar a ocultarnos pero vuelven. Siempre estan aqui.